Sábado, 07 de noviembre de 2020,

Este primero de noviembre la empresa de aseo Trash Busters S.A. E.S.P. celebró sus Bodas de Plata. Veinticinco años de luchas y también de reconocimientos y trabajo por la comunidad, no sólo desde el ámbito misional, sino también con propuestas innovadoras con un alto sentido social y ambiental. Entrevista con Patricia Archbold Bowie, gerente de esta compañía isleña.La empresa nació un primero de noviembre de 1995, desde entonces todo el mes de noviembre ha sido muy especial, programando en años anteriores interesantes capacitaciones para sus empleados, además de actividades musicales y culturales; pero este 2020 la celebración como tal tendrá que postergarse como producto de la pandemia.

Según la gerente, esta conmemoración tendrá que esperar hasta cuando se den las condiciones, puesto que los eventos masivos están prohibidos y porque los recursos económicos son escasos, por cuanto gran parte de lo presupuestado para esta celebración se ha invertido en el pago de nómina y porque la cartera ha aumentado, dada la afectación económica que igualmente viven los pobladores de la isla.

Una empresa en continuo desarrollo

Archbold Bowie comenzó recordando que la compañía se ha ido transformando durante estos 25 años, conforme a las exigencias del medio y por el deseo de hacerla una empresa cada vez más moderna y querida por la comunidad.

Mencionó las acciones más significativas que ha adelantado la empresa, no solo en el plano misional sino también las de interés social y ambiental. Destacó por ejemplo, el trabajo con instituciones como la corporación ambiental Coralina o la Policía Nacional, además del apoyo decidido a varias causas deportivas y de educación.

“Podemos decir con mucho orgullo que desde sus inicios Trash Busters ha estado muy cerca a la comunidad; durante varios años organizamos diferentes torneos de básquetbol con niños y jóvenes de la isla, llegando a patrocinar a diez equipos.

También resaltó el apoyo a causas importantísimas como el ‘Green Moon Festival’; en su renacer de 2012. “Ahí estuvimos presentes no solo como miembro fundador que soy yo –en lo personal– sino como parte de una empresa que podía aportar a este evento de tanta importancia para el archipiélago”, afirmó.

Igualmente, al Festival de Teatro ‘Ethnic Roots’ de la Fundación Trasatlántico, dirigida por Marilyn Bizcaino Miller, “permanente difusora de nuestra labor social e instructora en colegios y barrios de San Andrés en varias de nuestras campañas; la más reciente relacionada con la ‘cultura de la no basura’ a través de las artes escénicas”, expresó.

La gerente también recordó que muy desde sus inicios, la empresa ha realizado importantes actividades en los colegios y que, tras una pausa, retornaron desde hace unos cinco años con nuevos e inspiradores proyectos de educación ambiental en los barrios.

Son estos: ‘Trash Hood’, dirigido a niños y jóvenes; ‘Trash Mumma’, orientado a las mamás; y más recientemente, ‘Trash Hood with Theatre’, que integra teatro en la pedagogía de la disposición responsable de los residuos sólidos y temáticas similares.

Más allá de la responsabilidad misional

La empresa de aseo Trash Busters, tiene dentro de sus objetivos misionales el recolectar, transportar y garantizar la disposición final de los residuos sólidos en la isla; además de la limpieza de áreas públicas, corte de césped y poda de árboles, entre otros.

“Sin embargo –recalca Archbold Bowie–, tenemos muy clara nuestra responsabilidad social empresarial, ya que durante todos estos años ha sido nuestra consigna el compartir con la comunidad parte de nuestras utilidades a través de estas actividades en los barrios o en los colegios. Además, porque nos compete educar a la ciudadanía en el manejo responsable de sus desechos”.

Dicho compromiso con la pedagogía en torno al reciclaje, la reutilización y transformación de dichos residuos en otros elementos didácticos o artísticos, dándoles una ‘segunda oportunidad’ en su existencia antes de llegar al sitio de disposición final, les hizo merecedores en 2019 del primer lugar en los premios del periódico Portafolio, en la categoría de Responsabilidad Social Empresarial.

“Resultó ser un gran orgullo, pero también es todo un reto para seguir trabajando en el manejo de las basuras con nuestra gente; y también para llevar un mensaje de cuidado de los ecosistemas, para que los residuos no lleguen al acuífero, a los mares, lagunas o los manglares. Porque los desechos no pueden ser motivo de contaminación”, enfatizó.

Los cambios no se detienen

Trash Busters ha experimentado cambios sustanciales en estos 25 años de existencia. Por ejemplo, en el tema de personal, y a diferencia de muchas otras compañías, redujo su capital humano debido a que varios de sus empleados se sintieron atraídos por otras formas de empleo en la isla; sin embargo –y adaptándose a esta nueva realidad–, en su décimo aniversario rediseñó las rutas de barrido y de recolección optimizando el servicio y sobre todo, la eficiencia de los operarios.

“Recuerdo que cuando tomó fuerza el tema del moto-taxismo hace unos 15 años, muchos de nuestros empleados renunciaron, viendo en ese sistema un modo más fácil de remuneración diaria, así no tuviesen seguridad social u otros de los amparos que tenían con nosotros; esta situación coincidió con el rediseño que implementábamos por esos días e hizo que nos ajustáramos de una forma más técnica, unificando por ejemplo los tiempos de barrido para evitar tiempos ‘muertos’.

Hoy, por fortuna, contamos con trabajadores de mucho tiempo. Unos tienen 10, otros 15 años de permanencia, lo que nos permite tener baja rotación de personal. Con mucha humildad lo digo: ellos manifiestan que se sienten muy a gusto en la empresa porque se les ha tratado muy bien, y es una gran ventaja”, manifestó la gerente.

Con respecto al parque automotor, explicó que Trash Busters comenzó con vehículos tipo ‘caja abierta’, pero que de acuerdo a los cambios en la normatividad, tuvieron que entrar en la era de los carros cerrados para evitar mayor contaminación por basura suelta.

La empresa adquirió sus dos primeros compactadores a finales del año 1999 y siguió alternando con los otros; luego, en 2011 se trajeron un par más e igual cantidad en 2015; ya en 2016 se hicieron a uno de 20 yardas cúbicas, el vehículo de mayor capacidad en este momento.

Y añadió: “Aún tenemos dos carros de ‘caja abierta’, que utilizamos para la recolección de desechos especiales, línea blanca, o elementos de gran volumen como chatarra o colchones, cuando nos solicitan este tipo de servicio”.

En cuanto a su sede, la gerente dijo que en 2015 cambiaron su centro de operaciones de la avenida Colón, a uno mucho más grande en la Avenida 20 de Julio; aunque no es un local propio, sintieron que era el momento de hacerlo para brindar mayor amplitud a sus empleados, en un entorno más agradable y adecuado para trabajar a gusto y más concentrados.

Igualmente, en la parte operativa antes de 2015 también se habían movido al sector de Natania, a un espacio más grande en el que cupiera toda la flota y para mejorar la movilidad de los carros dentro del área, para hacerles un buen mantenimiento.

“En 2015, para nuestro 20 aniversario nuestro propio regalo fue el cambio de la imagen corporativa manteniendo nuestros colores característicos: implementamos un nuevo imagotipo, actualizamos la papelería y todo el tema publicitario, gracias al trabajo de la Casa Editorial Welcome. Luego, en 2019 contratamos por segunda vez el rediseño de las rutas; una inversión necesaria puesto que teníamos en la isla nuevas vías pavimentadas y algunos recorridos poco eficientes”, manifestó.

Creatividad, trabajo y mucho amor

Para finalizar y definiendo que significa llevar las riendas de una empresa como Trash Busters por tanto tiempo, Archbold Bowie respondió que es un reto enorme, tanto en lo personal como en lo profesional.

Ella ingresó a la empresa –inicialmente como subgerente– en mayo de 1996, a escasos seis meses de la apertura de la misma. Recuerda que aún laborando en la Gobernación, durante en el mandato de Antonio Manuel Stephens, supo de la creación de esta empresa de aseo y desde un comienzo le pareció muy organizada.

“Me sorprendió que andaba ‘como un relojito’, no había visto nada parecido antes en la isla, así que anhelé ser su gerente aun sin saber nada de servicios públicos en ese entonces. Posteriormente me propusieron trabajar en ella y heme aquí, 25 años después…

Seguimos con los lineamientos que encontré y vamos en la senda de mejorar cada día; nuestra historia está llena de retos y de muchas luchas, porque no son un secreto las dificultades que hemos tenido que sortear por cuenta de algunos mandatarios que han querido –digámoslo claramente- acabar con la empresa.

Sin embargo, como mucha fe en Dios, que nos cuida y nos protege, hemos salido de estos tiempos difíciles muy fortalecidos para saborear tantos otros momentos llenos de satisfacción que valoro y agradezco como persona, como gerente, y como parte de esta gran familia llamada Trash Busters; porque juntos, unidos, es que hemos salido adelante.

Ahora con esta nueva realidad por la que estamos atravesando, aun con muchas dificultades sé que vamos a salir adelante también con la ayuda de Dios; Él está ahí y es nuestro capitán para llevar este viaje a puerto seguro. Creo firmemente que es con amor y trabajo por la comunidad que hemos sorteado tantas tormentas… ¡work and love are the answer!

Quisiera cerrar con esta frase de Albert Einstein: ‘En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento’. Y es poniéndole mucha creatividad a nuestro trabajo, que seguimos adelante y salimos fortalecidos, aun después de lo que hemos afrontado durante todos estos años”, concluyó con su sonrisa encantadora, siempre reflexiva, siempre esperanzadora.

Redactado por El Isleño

 

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